“Hoy estoy cansada“. Pues, practica cansada.
“Hoy siento frio”. Pues, practica con frio.
“Hoy no tengo energía”. Pues, practica sin energía.
“Hoy estoy sin ganas”. Pues, practica desganada.
“Hoy no estoy concentrada”. Pues, practica desconcentrada.
“Hoy estoy lesionada“. Pues (sí, de verdad), practica cuidando tus lesiones.

El problema no es nunca cómo estoy hoy, sino mi apego hacia una idea de como quiero que sea mi práctica. Y esa idea está siempre a favor de la satisfacción de tu ego.
Por eso cuando me siento bien, con energía, cuando creo que mi práctica me va a traer una experiencia satisfactoria, me pongo a favor. Pero huyo despavorida si creo que mi práctica me va a poner en contacto con mis limitaciones, dolor, vulnerabilidad o frustración.
No practicamos para sentirnos bien, practicamos para ver lo que está allí por ver, para aprender a aceptar y sacar el mayor partido de nosotros mismos, en cualquier circunstancia.
No practicamos para convertirnos en robots perfectos a los que nada afecta (por mucha glorificación del postureo que nos eche encima IG), sino para reconectarnos y abrazar nuestra humanidad, para volver a ser seres completos, para volver a querernos como somos, en nuestra totalidad, y en cada momento.
Dicho esto, esa misma humanidad debe reflejarse en la práctica, porque esta es una práctica integrativa, una práctica de honestidad con lo que hay en cada momento. Así́ que si estás cansada, haz una práctica que acepte esto, y lo incluya, igual que si hay dolor, o desgana, o resistencia. Siempre puedes acortar tu práctica, puedes aprovechar para moverte y respirar más lentamente y poner más atención a donde pones tu mirada, por ejemplo.
El problema no es la circunstancia que aparece hoy, es el juicio hacia esa circunstancia. Y si lo examinas bien, este juicio se expresa con una excusa cualquiera.
Si realmente entendemos que la práctica va de conseguir un estado interno y no un logro físico, las excusas se evaporan. ¿O no?
Gracias a Mysore House Madrid que me ha dado el permiso de compartir esta reflexión suya con todos los estudiantes de Yogaprem.