Es interesante observar como hoy en día, en general no se muestra el Yoga como “sadhana”, práctica que requiere disciplina y constancia (abhyasa), compromiso y pasión (tapas), sino que se vende como entretenimiento, excitación, competición, algo divertido y sexy, mientras en realidad seguimos haciendo o hablando de las mismas prácticas que el antiguo sabio Patanjali nos indicó en su texto hoy en día muy famoso, “Yoga Sutra” sin modificaciones e intentando adaptarlas a nuestros tiempos modernos.
No hemos aportado nada, solo un montón de fotografías que se olvidan el mismo momento en que las vemos.
Todavía estamos haciendo las mismas prácticas de las que hablan los antiguos sabios en sus varios escritos, como se practicaban hace miles de años.
Y los resultados son los mismos, vamos gradualmente alejándonos de lo exterior y sus estímulos y falsos placeres, para enfocarnos hacia lo interior, cada vez más protagonista, anhelando conseguir aquel equilibrio tan ansiado para vivir una vida más plena, serena y feliz, que nos prepara a los naturales altibajos de la existencia.
Entonces, el yoga no ha cambiado, la tradición es la misma, pero la forma de entenderlo sí ha cambiado.
Lo que en el pasado se conocía subjetivamente a través de la experiencia, hoy podemos conocerlo por medios científicos o por transmisión de la experiencia de otros.
Pero hay diferentes maneras de conocer y practicar el yoga.
El primer nivel es el practicante de yoga ordinario que aprende de cualquier profesor de yoga, en cualquier centro, escuela, retiro o ashram, regresa a su casa y está satisfecho con practicar el yoga para tonificar el cuerpo y tener sus fotos para alimentar las redes sociales.
El segundo nivel es desarrollar cierta afinidad con el yoga, querer profundizar en las prácticas y en la filosofía que las suporta.
El tercer nivel de yoga es la experimentación. Experimentas con los cambios que sientes gracias a la práctica continua y constante del Yoga, a la repetición, al esfuerzo y aplicación. Y ésta es la verdadera esencia del #ashtangayogaestilomysore.
No es “hacer posturas intentando respirar al mismo tiempo”.
Al practicar te quedas relajado, te sientes mejor, puede que aumente tu estado de conciencia y vivas plenamente, no como un autómata.
Entonces, otro paso aún es experimentar con el cambio e intentar comprender el cambio que tiene lugar cuando te comprometes en hacer una práctica.
-Extracto de un Satsang de Swami Niranjananda Saraswati