Yoga Nidra, el sueño consciente, es una técnica de Pratyahara, puente entre Yogasana y RajaYoga. Prueba una sesión, pincha aquí
Yoga Nidra es un método sistemático que propicia una profunda relajación física, mental y emocional. Nidra significa sueño consciente, un estado de relajación en el cual la conciencia interior se mantiene constantemente despierta.
Aprender a relajarse profundamente es difícil porque requiere mucha consciencia y saber dejarse ir. Es la fase más importante a desarrollar gracias a los profundos efectos que tiene en todo nuestro sistema psicofísico. Es en el estado de relajación profunda cuando percibimos y recibimos los beneficios de la práctica del yoga en todos los niveles, desde el físico al mental y espiritual.
En la vida diaria nos concentramos en la búsqueda de lo que nos gusta, nos atrae y rechazamos lo que nos disgusta, provoca miedo o nos incomoda. Queremos satisfacer las expectativas de los demás y nos ponemos un listón muy elevado intentando crear la imagen que tenemos, o nos gustaría tener, de nosotros mismos. Pocas veces realizamos que todas las frustraciones y las contrariedades en realidad están relacionadas con esta falta de realización de las expectativas. Estas desilusiones dejan sus marcas en nuestro cuerpo bajo la forma de tensiones, contracciones musculares inconscientes y molestias de varios tipos.
Tomamos consciencia de todo ello solo en el momento en que se somatizan y se acumulan hasta transformarse en dolor a nivel físico.
Gracias a esta técnica y a la meditación, aprendemos a desidentificarnos totalmente con lo que poseemos, con nuestra imagen, con nuestro rol en la sociedad, en el campo profesional y familiar, nacionalidad, religión, educación, etc. Todas estas identificaciones nos llevan a reaccionar cerrándonos. No siempre los demás están de acuerdo con nuestras ideas y nunca podremos satisfacer, gustar o ser aceptados por todos los demás.
Esta situación hiere el ego y las identificaciones con nuestra personalidad provocan sufrimiento. Más intereses tenemos, más sentimientos tenemos y mayor será el número de reacciones estresantes a las cuales estamos sometidos. Por todo ello es importante aprender a relajarse.
Aunque no estemos interesados a la búsqueda de nuestro Ser interior, igualmente podemos disfrutar de las técnicas yogicas de relajación que alivian las tensiones y de las contracciones, alejándonos al mismo tiempo de sus causas, reequilibrandonos. Durante la práctica, las contracciones musculares se sueltan mucho más de cuando dormimos.
Si la relajación se prolonga, se genera una verdadera desconexión entre el sistema nervioso central y el aparato muscular que se libera de las interferencias de la consciencia. El estado relajado se transmite a los órganos internos, a la circulación de la sangre, a las funciones fisiológicas que se regularizan y al cuerpo se le brinda la oportunidad de revitalizarse y de funcionar mejor.
La mente necesita alejarse del ritmo frenético diario para volver a programarse positivamente. Tenemos que recordar que es desde la consciencia que se crea la energía, la mente y el cuerpo físico. Todo empieza desde dentro, cada uno de nuestros problemas, reto, enfermedad u obstáculo comienza en nuestra consciencia interior. La relajación yogica es un antidoto a la cultura del afán. Entrenando la concentración, eliminando la tensión física, calmando el universo de mente y emociones, por fin llegamos a experimentar la verdadera paz interior.
A través de la práctica de Yoga Nidra, la mente se va purificando de todo material tóxico almacenado que surge a modo de “parloteo mental” (recuerdos, conjeturas, especulaciones, fantasías, etc.) y uno aprende a hacer frente a ese material conflictivo sin identificarse con el mismo, y así comprender su naturaleza y trascenderla.
Lo más admirable de Yoga Nidra, es que transforma y desarrolla el individuo de forma apacible y sencilla, mediante la relajación de todas las estructuras del cuerpo-mente. La naturaleza de la mente cambia, se estimula la capacidad de autosanación del cuerpo, desaparecen molestias como el insomnio y la tensión nerviosa, la incapacidad de tomar decisiones claras, los miedos más profundos y se restaura el genio creativo.
Se trabaja en posición tumbada sobre la espalda y no requiere nivel.
La relajación es el camino que lleva al infinito, Paramahansa Yogananda